Aleación anormal fue hallada en reserva natural de Moreno
INTI certifica partícula de origen extraterrestre
“Cuando se habla de OVNIS se hace referencia a experiencias que algunos rebaten o proyecciones a futuro; en este caso se trata de otra cosa, de una certificación oficial de un material que no es de este planeta”, sostuvo Jorge Marrón.
Por SEBASTIAN ARANGUREN
Extrañas partículas ferrosas recolectadas en la zona donde un grupo de investigadores realizó una minuciosa pesquisa en procura de desentrañar un misterio que por ahora parece descorrer tan solo uno de sus velos, conforma el testimonio concreto de indicios extraterrestres en una reserva natural situada el Oeste del Gran Buenos Aires, certificados incluso por un organismo oficial.
Se trata de una minúscula porción de un material de aleación imposible de ser lograda mediante la tecnología humana, recogida en su momento por integrantes del Grupo Código OVNI, que tomaron a la Reserva Natural Los Robles, cercana a la represa Roggero, en Moreno, como un epicentro de la actividad ufológica en la provincia de Buenos Aires.
El valor agregado del hallazgo en la reserva, sin duda el más importante logrado en Argentina en los últimos años, es de haber logrado una certificación de una dependencia del INTI que describió la muestra enviada por los investigadores de Código OVNI como una aleación de hierro y aluminio, en la cual el porcentaje de combinación alcanza niveles no concebidos en los parámetros terrestres.
Jorge Marrón, uno de los integrantes del equipo de investigadores, explicó a EXPEDIENTES SECRETOS que ese hallazgo y su posterior confirmación por parte del INTI “constituyen sin duda una aporte sumamente valioso” en el marco de experiencias ufológicas, dado que se trata de la primera en su tipo que alcanza validación oficial.
Los estudios realizados en 2006 no tuvieron hasta ahora una difusión acorde a la magnitud del descubrimiento centrado en las microscópicas partículas levantadas en un marco por de más singular: extrañas huellas circulares diseminadas en una amplia superficie,
El rastrillaje realizado por los investigadores sobre las marcas inexplicables sobre el pasto -del que también surgen otros indicios que abren nuevas puertas al misterio - permitió dar con el material analizado por el INTI y que fue recogido por los integrantes de Código OVNI con imanes.
Marrón relató que “todo la investigación que hizo el grupo en la reserva es importante pero cobra características singulares el hecho que un organismo oficial haya reconocido con sus posibilidades tecnológicas de avanzada la existencia de material extraterrestre”.
¿Pero de qué se trata la muestra? El microscopio electrónico de barrido con una microsonda dispersiva en energía que analizó las muestras, llevó a los profesionales del área de la SEGEMAR, perteneciente al instituto de tecnología industrial, a precisar que la proporción de hierro y aluminio detectada en el material analizado era francamente inusual.
“La muestra revela la presencia de un alto porcentaje de aluminio, en su combinación con el aluminio, que da lugar a una proporción que no se puede alcanzar con la tecnología convencional que hoy por hoy conocemos en el planeta”, aseveró Marrón.
Aleación anormal
En rigor, el concepto que más machacó sobre el grupo Código OVNI cuando accedieron a los resultados de la confirmación del SEGEMAR, fueron las apreciaciones del ingeniero André Pinto, del INTI, para quien las partículas estudiadas no solo hacían a una aleación anormal sino que claramente era externa al lugar donde fue recogida.
Es que en realidad, no hay forma de atribuir a la producción humana semejante material, máxime si se toma en cuenta de donde fue removido. El grupo de Código OVNI recogió esas partículas luego de auscultar los llamados “ochos” de la reserva, conformada por una cadena de círculos de 17 metros de diámetro que quedaron marcados sobre el pasto.
“Es imposible que en la provincia de Buenos Aires aparezcan estos metales en esa proporción. Por lo pronto no es algo hecho por los seres humanos -disparó Marrón- y en todo caso habría que preguntarse cual es la relación entre esas marcas y las partículas”.
El investigador abrió el abanico de posibilidades a que esas partículas encontradas en la Reserva provengan del espacio exterior porque, sentenció, “sabemos que caen toneladas de ellas todos los días. Pero que hayan aparecido justo sobre esas marcas -concluyó- lleva a hacer otra mirada en torno al hallazgo” más que nunca dirigida hacia el cielo y sus misterios más allá de la atmósfera.
La represa Roggero y la reserva Los Robles acopian materiales de otros mundos.
Raíces secas, plantas rectas y sustancia ácida
Otro de los aspectos de la investigación realizada en Los Robles fueron los resultados arrojados en la observación de las plantas y la tierra alcanzadas por las misteriosas huellas circulares cuya primera aproximación genera en quienes la aprecian un fuerte impacto.
El informe de Código OVNI destacó que el rasgo común fue hallar “raíces secas” en la zona del enigmático trazado propiamente dicho y “plantas con tallos verdosos fuera de las marcas que crecieron, indicaron los integrantes del equipo, en una forma llamativamente recta.
Una de las primeras comprobaciones que hicieron los investigadores fue observar el PH de las plantas afectadas por las huellas, lo que dio como resultado la presencia de una sustancia ácida pero, sin embargo, sin que se pudiera precisar si efectivamente fueron producidas por un agente químico.
Una de las dudas del grupo fue si esa sustancia ácida podía ser producto de algún herbicida, lo que quedó descartado porque debería haber producido alteraciones en el PH y, sin embargo, la neutralidad del suelo se mantuvo sin que se pudieran advertir variaciones en la alcalinidad de la muestra.
La conclusión a la que arribó el equipo de investigadores sobre lo experimentado sobre las huellas fue que en un 90 por ciento era posible afirmar que las marcas circulares no habían sido hechas con un químico.
Extrañas huellas coincidieron con muertes en un haras
La investigación realizada por el grupo Código OVNI en torno a las huellas encontradas en la zona de la reserva, permitió estudiar más de treinta misteriosas marcas dejadas en una amplia superficie cercana a un haras en el cual, también pasaron cosas extrañas.
Si bien no hay todavía explicación precisa en torno a qué pudo haber dejado los círculos, el equipo integrado por Daniel Valverdi, Jorge Marrón, Daniel Szauter y Sigfrido Orsechowski recabó que en el haras se produjo una extraña sucesión de muertes de equinos a los que los veterinarios tampoco le encontraron justificación.
Según puntualizó Marrón, “en el haras hubo muerte de animales a a posteriori de la aparición de las marcas” dentro del perímetro del haras, en un hecho que los especialistas “no pudieron determinar si hubo algún virus que terminó con una cantidad importante de yeguas y potrillos”, destacó el investigador.
El trabajo de campo en la zona donde aparecieron las extrañas huellas incluyó la toma de fotografía y el trazado de mapas y gráficos para mensurar el amplio radio en el cual todas las marcas coincidían con un ancho de banda, como destacaron los investigadores, de 0,37 centímetros.
El área en la que aparecieron las marcas y en las que fueron recolectadas las partículas ferrosas también es proclive a la observación de OVNIS y la detección de luces extrañas capaces de alterar la concentración de los pescadores en la represa.
Fuente: Diario POPULAR
http://www.popularo nline.com. ar/nota.php? Nota=390092
Informó: Guillermo Daniel Giménez - Argentina
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