Estrella variable a simple vista
Epsilon Aurigae es una estrella perteneciente a la constelación de
Auriga, la misma es observable a ojo desnudo y su particularidad es que
la misma desaparece cada 27 años.
El motivo: Aún es un misterio por develar...
Cada 27 años la estrella Epsilon Aurigae -visible a simple vista aún en
áreas urbanas- pierde su brillo, reduciéndolo a un nivel mínimo durante
casi dos años, para luego recuperarlo nuevamente. La primera fase del
fenómeno ha comenzado estos días. Los astrónomos han estudiado este
misterio desde el siglo XIX, y han deducido que Epsilon Aurigae es
eclipsada regularmente por un objeto muy poco brillante, cuya
naturaleza exacta ignoramos. Por fin, parece que la naturaleza de
ambos, objeto y estrella, serán desvelados gracias al telescopio
espacial Spitzer en combinación con datos previos obtenidos en la banda
del infrarrojo, ultravioleta y espectro visible. ¿Qué le ocurre a esta
estrella?
A pesar de que es fácilmente visible a simple vista y ha sido
intensamente observada tanto por profesionales como por aficionados de
la Asociación Estadounidense de Observadores de Estrellas Variables
(AAVSO) durante décadas, aún no sabemos exactamente por qué Epsilon
Aurigae desaparece. Resulta obvio que la estrella tiene alguna clase de
compañero estelar que pasa por «delante» de ella cada poco más de 27
años, pero ciertos aspectos del evento, como su duración y la presencia
de «meneos» en el brillo del sistema durante el eclipse, no encajan
correctamente en ninguno de los modelos existentes.
Pero algunas observaciones recientes, efectuadas mediante el telescopio
espacial Spitzer, en combinación con datos previos de la radiación
emitida en la banda del infrarrojo, el ultravioleta y el espectro
visible, han dado lugar a dos teorías, una de las cuales seguramente
develará este antiguo misterio.
Una de las teorías sostiene que Epsilon Aurigae es una supergigante
masiva, que periódicamente es eclipsada por dos estrellas muy unidas
entre sí que se encuentran dentro de un remolino de polvo. La segunda
sugiere que la estrella es, de hecho, una estrella moribunda con mucha
menos masa, que periódicamente es eclipsada por una estrella que se
encuentra dentro de un disco de gas. Los datos del telescopio Spitzer
parecen respaldar esta segunda opción. En agosto de 2009, los
astrónomos aficionados de AAVSO y sus colegas profesionales informaron
de que la estrella había empezado a perder el brillo nuevamente. La
primera fase del eclipse implica una caída notable en su brillo, que
tiene lugar en el transcurso de unos pocos meses. Los astrónomos han
confirmado que esta fase acaba de terminar en las primeras horas del
2010.
A pesar de que en circunstancias normales la estrella es
suficientemente brillante como para ser vista incluso de los lugares
más iluminados de las ciudades a simple vista, durante el eclipse casi
desaparece del cielo. «Tenemos cada vez más pruebas de que un disco
compuesto por algún material oscuro se mueve frente a la estrella»,
dice Robert Stencel, asesor científico del proyecto que intenta
descubrir la verdad detrás de estos eclipses. «La forma exacta y la
composición del disco, desconocida has ahora, será definida en breve»,
continúa. Incluso durante el eclipse, la estrella es tan brillante para
los equipos sensibles de los observatorios profesionales, que pueden
tener problemas para registrar las variaciones en su brillo en las
longitudes de ondas ópticas. Por otra parte, los grandes telescopios no
puede permitirse el lujo de supervisar solo una estrella de forma
continua. Aquí es donde los aficionados de AAVSO pueden hacer su aporte.
«Los astrónomos aficionados resultan ideales para este proyecto», dice
Arne Henden, director de AAVSO. «Utilizando cámaras digitales, o
incluso con el ojo desnudo, han demostrado que pueden registrar los
datos con calidad profesional. También ayuda que estén distribuidos por
todo el mundo, eliminando los problemas como el mal tiempo y las
averías de los equipos». Stencel, que estudió el último eclipse que se
produjo en 1982-84, mientras trabajaba en la NASA, dice que
«simplemente mirando los datos en el espectro visible ya puedo notar
cambios en la estrella que nunca se habían registrado visto tan
claramente antes». Si los eclipses anteriores sirven como guía, la
«etapa oscura» de la estrella durará casi 18 meses, seguido de un
rápido retorno a su brillo normal en el primer semestre de 2011. Sin
embargo, el brillo de la estrella continuará variando a lo largo de
2010, por lo que astrónomos aficionados y profesionales se aprestan a
continuar con el seguimiento activo.
«Desde el lanzamiento de este proyecto en septiembre de 2009, más de
2.000 participantes se han unido a él», dice Henden. «Unos 120
observadores de 19 países han presentado más de 1.500 conjuntos de
datos. Además, tenemos equipos de desarrollo de software de análisis de
datos, otros utilizando telescopios robóticos, e incluso algunos
dedicados a la creación de ilustraciones y diagramas para describir los
distintos modelos del sistema». La colaboración entre AAVSA y el
telescopio espacial Spitzer será clave durante los próximos meses. Si
Henden y Stencel están en lo cierto, dentro de poco sabremos de qué
naturaleza es el objeto que cada 27,1 años se interpone entre Epsilon
Aurigae y nosotros.
Fuente: abc.es
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