El catedrático de Física Teórica de la Universidad de Caltech
(California) , Kip Thorne, ha explicado que el choque entre agujeros
negros provoca vibraciones y temblores en el espacio-tiempo que se
propagan a través de ondas gravitatorias por todo el universo a la
velocidad de la luz.
Se trata del último hallazgo realizado por el físico en el Observatorio
de Interferometrí a Láser de Ondas Gravitacionales (Proyecto LIGO, en
sus siglas en inglés) y que trata de buscar respuestas a lo que Thorne
llama 'el universo curvo' y que se ha convertido "en una de las áreas
más activas de la investigación actual", según ha señalado.
Durante su participación en una conferencia, dentro del ciclo de
Astrofísica y Cosmología de la Fundación BBVA, Thorne ha señalado que
su investigación actual gira en torno a los efectos de la fuerza de la
gravedad en el espacio-tiempo. En este sentido ha indicado que
los "objetos masivos", como los cúmulos en que se agrupan miles de
galaxias o las estrellas de neutrones; deforman el espacio-tiempo por
efecto de su gravedad y "en ocasiones la gravedad es tan intensa que el
tejido del espacio-tiempo se curva infinitamente" .
Esta teoría ha sido aplicada por Thorne en relación a los agujeros
negros. De este modo, ha destacado la teoría de cómo la materia que se
acerca a estos objetos forma los llamados 'discos de acreción', que se
forman a su alrededor atraídos por el núcleo del cuerpo central y
contribuyendo a su aumento de masa.
Esta teoría también ha demostrado que "cuando se produce un choque
entre agujeros negros es que el espacio tiempo vibra y ese temblor es
transportado por las llamadas ondas gravitatorias, se propaga a la
velocidad de la luz por todo el universo", ha apuntado. El científico
Albert Einstein ya predijo la existencia de estas ondas, cuya
detección, según ha señalado Thorne, no se ha conseguido hasta ahora.
Por ello, el investigador estadounidense continúa adelante con este
proyecto. Concretamente, en los años 70 y 80 desarrolló una teoría
sobre la emisión de ondas gravitatorias y actualmente ha decidido
centrarse en el problema de la detección. Para ello, ha explicado que
deberán "detectar variaciones en distancias inferiores a un protón".
Otro de los hallazgos realizados en relación a los agujeros negros es
que los vórtices que los acompañan se mantienen después de una colisión
o una fusión, es decir, "existen agujeros negros con cuatro o seis
vórtices", ha explicado Thorne.
En cuanto a la posibilidad de crear agujeros negros con el Gran
Colisionador de Hadrones (LHC), el científico ha explicado que se trata
de unos cuerpos tan pequeños "como el núcleo de un átomo" por ello no
está relacionado con la "física natural" en la que él se maneja, sino
con la física cuántica. Sin embargo se ha mostrado "muy ilusionado" con
este avance del LHC.
La conferencia de Thorne inaugura el ciclo sobre Cosmología y
Astrofísica de la Fundación BBVA y que repasa, según ha explicado la
fundación, las cuestiones más candentes de la investigación astrofísica
actual. Entre los ponentes se encuentran los premios Nobel de física
James Cronin y Gerard Hooft; la astroquímica Ewine Van Dishoeck; y el
director del Instituto Max Planck, Martin Asplund.
Fuente: ep
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