Veneno en Gualeguaychú, y no de Botnia
El glifosato mata y si no mata deforma, como hizo notar el diario “El Argentino” de Gualeguaychú en una nota sobre Clara, una niña de seis años que debe luchar por su vida desde que nació.
Según el diario, los agrotóxicos usados sobre todo para asegurar las cosechas de soja, como el glifosato, intoxican el ambiente como es el caso de Clara. Una avioneta esparció el veneno, presentado como inocuo por sus fabricantes, sobre su mamá durante sus primeros días de gestación.
El padre de Clara trabajaba en un campo de Costa Uruguay Norte. La nota hace especial referencia al uso del glifosato, y advierte también que se elevaron informes por parte de las autoridades del hospital San Miguel de San Salvador, ante la irrupción de numerosos abortos espontáneos y el incremento de casos de cáncer.
El glifosato es complemento de la soja transgénica, que está adaptada para resistirlo porque tiene su estructura genética modificada con un gen de una bacteria que lo hace inmune al veneno.
La misma empresa multinacional que vende la semilla de soja transgénica produce también el veneno que garantiza la cosecha, de modo de dominar todo el negocio sin muchas consideraciones para casos como el de Clara.
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