El vecino de La Pampa contó que además de pasar por debajo del OVNI,
pudo observar -junto a decenas de vecinos- otra nave en la misma zona.
El hecho ocurrió hace 25 años, pero ahora rompió el silencio. De la
experiencia participaron decenas de vecinos del pueblo de Toay...
domingo 1/11/2009 - Por SEBASTIAN ARANGUREN y PACHI LA FATA
"Me metí bien abajo y pude ver el ojo del plato volador". Con esta
frase, un vecino de la ciudad pampeana de Toay comenzó a describir una
experiencia a la que muy pocos seres humanos tuvieron acceso. La
situación ocurrió hace 25 años, sin embargo el testigo decidió romper
el silencio recién ahora, alentado por la gran cantidad de hechos
similares a lo largo y ancho del país. En su relato, el hombre contó
que además de pasar por debajo del OVNI, pudo observar -junto a decenas
de vecinos- otra nave en la misma zona.
Alentado por numerosos testigos, la revelación de la experiencia del
testigo fue divulgada por el Centro de Estudios UFO, en el marco de un
episodio que se produjo al norte de la zona periférica de la ciudad de
Toay, distante unos 10 kilómetros al Sudoeste de la ciudad de Santa
Rosa, capital de la provincia de La Pampa.
Los expertos del CEUFO precisaron que "el ´plato´ estaba a unos 12
metros de altura, suspendido y en silencio, según estimación de los
testigos que como referencia toman la altura del mástil que es de unos
6 metros". También agregaron que "la experiencia fue recogida por el
CEUFO el día 19 de octubre y sólo persigue como fin, ilustrar sobre la
gran cantidad y calidad de casos que se producen en esta región".
"Un plato gigantesco"
Según se indicó, el testigo del episodio relató que "mucha gente vio
cosas raras y luces malas, pero generalmente no dicen nada porque
tienen miedo que los tomen por locos".
Respecto a la tremenda experiencia vivida en las primeras horas de una
noche de mayo de 1984 expresó: "salía de la casa de mi hermana y ya en
el patio sentí la sensación como que algo estaba mal. Me daba la
sensación como que algo me tiraba para abajo o que sentía un peso sobre
mí".
"Al llegar a un esquinero observé que en la canchita del barrio, sobre
el mástil de la bandera, había un plato volador gigantesco. La mitad
del plato ocupaba toda la calle", recordó el testigo, agregando que
volvió a la casa y les dijo a todos que salieran a ver el plato volador.
En ese momento, se dio cuenta que otros vecinos ya lo estaban
observando. Sus familiares salieron al patio y mientras algunos se
asustaron y se escondieron dentro de la vivienda, otros quedaron en el
patio y comentando con los vecinos que también miraban. "Estuve un rato
y me tenía que volver a mi casa, pero el camino obligado era pasar
debajo del plato volador", expresó.
Miedo superado
"Superado el miedo, tomé coraje y comencé a caminar mientras algunos
vecinos me decían que me quedara quieto porque me podían llevar. Cuando
llegué debajo del costado del plato, miré con desconfianza hacia arriba
y ahí le vi el ojo. En el centro se veía un círculo como si fuera el
cielo pero muy iluminado y con cierta niebla. Me quedé un ratito
mirando y después decidí seguir para llamarla a mi señora que también
lo viera", expresó.
"Llegué a casa y salimos de inmediato con mi señora, pero en ese
momento el plato comenzó como a vibrar y desapareció en dirección a la
iglesia, que está en el centro del pueblo". El hombre relató que en ese
momento advirtieron con los vecinos que a unos 300 metros del lugar,
sobre un tanque de agua "había otro plato volador" y luego de algunos
segundos de observación "también salió a gran velocidad hacia el lado
de la iglesia".
Los vecinos comentaron otros episodios en que habían visto platos
voladores en esa zona y la anécdota decidió hacerla pública 25 años
después. "Creo que esta información les puede servir a quienes andan
tanto investigando esto", dijo a los especialistas del CEUFO.
Link:
http://www.popularo nline.com. ar/nota.php? Nota=421281
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