El Telescopio Espacial Fermi confirmó la predicción de la teoría de la
relatividad de Einstein en la cual todas las formas de radiación
electromagnética (ondas de radio, rayos infrarrojos, luz visible, rayos
ultravioleta, rayos X y rayos gamma,) viajan a través del vacío del
espacio a la misma velocidad, no importa cuán energéticas sean.
En una carrera a través del universo durante los últimos 7.300 millones
de años y habiendo viajado con la misma velocidad, dos fotones de rayos
gamma llegaron prácticamente al mismo tiempo, y no en momentos
claramente distintos, al Telescopio Espacial Fermi de Rayos Gamma, un
satélite astronómico de la NASA.
Este "empate" demuestra la validez de la Teoría de la Relatividad de
Einstein debido a que uno de los fotones tenía un millón de veces más
energía que el otro, una diferencia que, según algunas teorías
recientes, podría haberse traducido en una velocidad más lenta para la
partícula con más energía, y que habría contradicho uno de los puntos
de la teoría de Einstein.
Pero en algunas de las nuevas teorías de la gravedad, se considera que
el espacio-tiempo tiene una estructura "espumosa" cuando se observa a
una escala billones de veces más pequeña que la del tamaño de un
electrón. Algunos de estos modelos predicen que dicha estructura
espumosa debería hacer que el fotón de rayos gamma con mayor energía
disminuyera su velocidad con respecto a la del otro de menor energía.
Claramente, no fue así en la "carrera" observada.
Sin embargo, los dos fotones no llegaron en el mismo momento exacto.
Pero incluso en el mundo de la física de partículas de alta energía,
donde una desviación minúscula puede en ocasiones generar una
diferencia enorme, un retraso de nueve décimas de segundo a lo largo de
7.300 millones de años resulta tan ínfimo que los científicos tienen
claro que la diferencia se debe a otras causas en vez de a un supuesto
fallo en la teoría de Einstein.
"Estas mediciones descartan cualquier aproximación a una nueva teoría
de la gravedad que prediga un fuerte cambio en la velocidad de la luz
dependiendo de la energía", asevera Peter Michelson, profesor de física
en la Universidad de Stanford y principal investigador del Telescopio
Espacial Fermi de Rayos Gamma.
Fuente: Noticias del Espacio
La famosa observación del eclipse y de la estrella visible al lado y que debía estar en ese instante detrás del sol, no es la prueba reina de que la masa curva el espacio, sino que, en parte, es una simple prueba más de la refracción de la luz al traspasar las diferentes capas de la atmosfera solar, y en parte, es también la prueba de que la luz, también es atraída por la gravedad, porque la luz, aunque no posea masa, si posee una equivalencia en masa proporcional a su energía. Pero, de eso, no se tenía claridad antes de Einstein y su genial fórmula: E=mc2.
ResponderEliminarEste hecho histórico de la observación de la estrella durante el eclipse es el típico caso del estudio de un hecho real, pero mal interpretado. El fenómeno se podía interpretar de las dos formas: o como evidencia de la curvatura del espacio o como el resultado combinado de: la interacción gravedad-luz de un lado y la refracción de la luz del otro lado. ¿Nunca nadie ha explicado satisfactoriamente, porque en ese caso del eclipse, no es válida ó no opera, la teoría de la refracción?
Pero las conveniencias históricas de ese momento favorecían la tendencia por la primera interpretación. Era más importante tener al genio, y al padre de la bomba atómica, al lado de los aliados.
Es lógico de que a veces los intereses políticos, económicos, religiosos o de cualquier otra índole presionen a los científicos, lo que no es lógico es continuar indefinidamente defendiendo: leyes, paradigmas, personajes, cultos, entre otros, y especialmente cuando ya pasó la angustia del momento.
¡¡ El genio me sabrá perdonar.!!! El mismo lo dijo: Masa y energía son dos presentaciones de la misma cosa.
La gravedad interactúa con las fuerzas electromagnéticas, porque estas tienen su equivalencia en masa y en proporción a su energía. Y esa interacción será la base para unificar muy pronto la teoría cuántica con teoría de la gravedad de Newton debidamente actualizada y corregida con los aportes acertados de Einstein y su teoría de la relatividad, la cual será un buen complemento para la teoría de la gravedad de Newton, pero un mal remplazo. Y así dejaríamos de lado la errónea idea de que la gravedad es una ilusión o que es una fuerza imaginaria o que es un efecto del peralte del espacio plano deformado por la masa. Para que exista el efecto peralte en la trayectoria de un móvil tiene que existir la gravedad, para que la masa deforme o curve algo como el espacio tiene que haber una fuerza como el peso de esa masa y el espacio no podría ser vacio. sino que debe estar constituido por algo, por eso Einstein tiene que proponer una especie de malla elástica que no se ha podido definir, y entonces debe aceptarse de que el éter no existe sino que lo que existe es esa indeterminada estructura tejiendo el espacio y que se describe envolviendo por debajo a los cuerpos materiales con una especie de cono romo o un agujero; y preguntamos si ese cono y ese peralte es igual por todos los lados y también por encima, porque si es así, se anularían los peraltes unos con otros; lo que resulta como contradictorio.
Muy pronto entenderemos que la gravedad es una fuerza tan real, como real es que en el espacio interestelar se entrecruzan e interactúan las fuerzas electromagnéticas que emiten los cuerpos materiales y comprenderemos que todas las formas de energía incluidas las emisiones electromagnéticas tienden a fluir naturalmente desde donde están más densas, más concentradas, hacia donde están menos densas o a fluir hacia donde no hay presencia de energía. Por eso es que la atracción gravitacional no solo se presenta entre la energía-materia conocida sino que también se presenta entre esta y la materia oscura desenergizada.
Los vacios en la teoría de Newton se llenarán con los aciertos de las teorías de Einstein.
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martinjramilloperez@gmail.com