Volverse vegetariano o cuando menos reducir el consumo de productos animales redundaria en beneficios de los humanos, ya que riquezas naturales sin par se desperdician en producir estos productos.
En vísperas de la cumbre sobre el cambio climático que se llevara a cabo en Copenhague, con la intención de brindar información al público y a nuestros líderes políticos, el pasado 21 de noviembre en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, se efectuó el seminario "Un Llamado Global Para Salvar el Planeta", organizado por Asociación Internacional Maestra Suprema Ching Hai, en donde la Coordinadora de activistas para AnimaNaturalis Argentina, Andrea Plaquin, expuso el vinculo entre ética, consumo de carne y cambio climático.
Dentro de este tema se analizaron y debatieron diferentes ítems tales como:
El desperdicio de recursos en la producción de carne:
- agua: tanto para consumo de los animales como producción de piensos, lo que lleva a que la producción de 1kg de carne necesite 3700 lts de agua, en cambio 1 kg de cerales para consumo humano 120 lts, y la contaminación de la misma por los desechos de los animales
- Tala de bosques y selvas tropicales para cultivo de forraje (el 50%de los cereales y el 75% de la soja es destinado para piensos)
- La esquilmacion y depredación humana de los mares, en donde mas de la tercera parte de los peces capturados se transforman en harina de pescado o piensos.
La emision del 18% de gases de efecto invernadero por parte del ganado según datos de la Organización para la la alimentación y la agricultura (FAO) y 51% según datos recientes de Goodland y Anhang.
Los abusos que padecen los animales criados dentro de las granjas.
Acompañado por audivisuales se mostro como el sistema de granja industrial de agricultura moderna apunta a producir la mayor cantidad de carne, leche y huevos, de la forma más rápida y barata posible, y en la menor cantidad de espacio posible. Las vacas, terneros, cerdos, gallinas, pavos, patos, gansos, conejos y otros animales son puestos en pequeñas jaulas o compartimentos muchas veces sin posibilidad de darse vuelta. Se los priva del ejercicio para que todas las energias del cuerpo conduzcan a producir carne, huevos o leche para el consumo humano. Se los alimenta con hormonas de crecimiento para engordarlos más rápidamente y se los altera genéticamente para que crezcan más grandes o para que produzcan más leche o huevos que lo que la naturaleza originalmente propone.
Dado que el amontonamiento es una de los principales causantes de enfermedades, los animales en las granjas industriales son alimentados y rociados con grandes cantidades de pesticidas y antibióticos que permanecen en sus cuerpos y que se transmiten a la gente que luego se alimenta de ellos, lo que causa serios peligros en la salud de los seres humanos.
Un reporte muy citado en el 2006 por La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, llamado "La gran sombra de la ganadería" (“Livestock’s Long Shadow”), estima que el 18% de las emisiones de gases de efecto de invernadero en el mundo son atribuibles a la ganadería, sin embargo recientes análisis hechos por Goodland y Anhang coautores de “La Ganadería y El Cambio Climático”, en la última edición de la revista “World Watch” encontraron que la ganadería y sus subproductos en realidad representan al menos 32.6 mil millones de toneladas de dióxido de carbono anuales, o el 51% de emisiones de gases efecto invernadero cada año en todo el mundo. (fuente: Society for the Advancement of Animal Wellbeing)
Las principales fuentes de gases efecto invernadero provenientes de la agricultura animal son:
1. La deforestación de selvas tropicales para cultivar el alimento con el que se alimenta el ganado.
2. El metano proveniente del estiércol. El metano es 72 veces más potente como gas de efecto de invernadero que el mismo Dióxido de carbono o CO2
3. Refrigeración y transporte de la carne alrededor del mundo.
4. El crecimiento, tratamiento y sacrificio del animal.
La producción de carne también demanda el uso de una gran cantidad de agua y otros recursos, los cuales podrían ser utilizados para mitigar el hambre del mundo y proveer de agua aquellos que la necesitan.
Basados en su investigación, Goodland y Anhang concluyen, que reemplazar los productos pecuarios por algunos a base de soya u otras alternativas, podría ser la mejor estrategia para revertir el cambio climático.
Este enfoque tendría efectos más rápidos sobre las emisiones de gases y su concentración en la atmosfera, y por tanto en la tasa del calentamiento climático, que las acciones encaminadas a reemplazar los combustibles fósiles por energía renovable.
Ahora que ya sabemos los peligros de nuestro planeta y la humanidad debido al consumo de carne animal, tenemos la oportunidad de salvar nuestra raza y nuestro planeta. A base de una dieta saludable de frutas y vegetales, podemos reducir en gran cantidad nuestra huella de carbono.
Toma la iniciativa ahora y elige reducir drásticamente tu consumo de carne o simplemente conviértete en vegetariano o vegano. Esta es la acción más poderosa para prevenir el cambio climático, así como el consumo de carne es la fuente más grande de emisión de gases efecto invernadero.
Estamos jugando con nuestras vidas, y con las de aquellas futuras generaciones. Debemos tener concienca de las consecuencias y el detererioro que dia a dia sufre nuestro planeta, ejerzamos una verdadera acción en pro de contribuir y salvar, mediante aportes compasivos y saludables.
Promocionar al público una dieta a base de granos, frutas y vegetales, sería el modo más efectivo para frenar la deforestación, guardo la esperanza de que esto sea adoptado como una medida de gran importancia para salvar las selvas tropicales y proteger nuestra delicada ecología.
Seamos parte de la solución!
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http://www.animanaturalis.org/n/10448
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