jueves, 1 de octubre de 2009

Más sobre el agua en la luna

Más agua en la luna

Tres artículos publicados en la revista Science presentan los datos
obtenidos por tres sondas, Deep Impact, Cassini y Chandrayaan- 1 los
cuales revelan la existencia de H2O en toda la superfice lunar, aunque
solo en los polos habría cantidad suficiente para abastecer una colonia.

Esto no significa que los futuros colonos selenitas contarán con agua
abundante en cualquier región de la Luna. El matrimonio entre el
oxígeno y el hidrógeno sólo se produce en el primer milímetro de la
superficie y se deberían ordeñar varias hectáreas de tierra para
obtener un litro de agua. Sin embargo, los nuevos estudios ofrecen una
explicación sobre cómo se han podido acumular reservas de agua helada
en los gélidos polos lunares. Y allí sí es posible que exista una
cantidad de hielo suficiente para abastecer a una base habitada.

El manantial de la Luna estaría, según los investigadores, en el Sol.
Las reacciones nucleares que sustentan la estrella producen un torrente
de partículas que son, en su mayoría, átomos de hidrógeno. Cuando
llegan a la Luna desprovista de un campo magnético como el terrestre,
que las frena, los protones chocan contra los minerales ricos en
oxígeno del satélite. Según Taylor, coautor en uno de los estudios,
cuando esos átomos impactan con la fuerza necesaria rompen los vínculos
de los átomos de oxígeno con sus rocas. Una vez libres, pueden unirse a
los recién llegados átomos de hidrógeno para formar moléculas de agua.

Una segunda explicación a la presencia de agua en la Luna sería que
llegó desde el exterior a bordo de asteroides y cometas durante la
época de bombardeo que sufrió el satélite hace 3.900 millones de años.
Esta hipótesis, sin embargo, requeriría explicar cómo retuvo la Luna el
líquido y por qué no existen señales de alteración por agua en los
materiales recogidos en su superficie.

Los estudios que hoy publica Science muestran que las trazas de agua
detectadas por las mediciones espectroscópicas de infrarrojos se
incrementan cerca de los polos. Estas regiones, debido a la reducida
inclinación del eje de rotación de la Luna respecto a su órbita en
torno al Sol (1,5º), albergan cráteres que permanecen en tinieblas.
Allí, según datos preliminares publicados por los responsables de la
misión Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA la semana pasada,
se encuentran algunos de los lugares más fríos del Sistema Solar, con
238ºC bajo cero. Esa temperatura sería suficiente para acumular hielo
durante miles de millones de años. Además, explica Paul Lucey, de la
Universidad de Hawai (EEUU), estas frías superficies deberían atrapar
las moléculas de agua que lleguen a las regiones polares.

En los próximos días llegarán nuevas respuestas a las preguntas sobre
el agua de la Luna. El próximo 9 de octubre, la sonda LCROSS lanzará
contra un cráter del polo sur del satélite en principio, Cabeus A,
aunque la NASA se plantea cambiar este objetivo un cohete agotado de
2.500 kilos que se estrellará en el interior del cráter con la
intención de volatilizar lo que haya en su interior. La columna de
residuos, iluminada por la luz del Sol, podrá ser analizada por los
instrumentos de LCROSS y por otros telescopios terrestres. Si en el
interior de Cabeus A hubiese hielo, debería detectarse.

La sonda LCROSS fue lanzada en el mismo cohete que LRO y forma parte
del plan de la NASA para regresar a la Luna. Esta última sonda también
ha obtenido resultados preliminares que indican que hay agua en el
satélite. Un instrumento que cuenta neutrones de movimiento lento, un
sistema para medir la cantidad de hidrógeno presente justo debajo de la
superficie lunar, ha detectado un exceso de estas partículas en las
regiones polares. Los científicos suelen interpretar el hidrógeno como
un indicio de agua helada, aunque también existe la posibilidad de que
se trate simplemente de moléculas de hidrógeno o de hidrógeno atrapado
en otros compuestos. Otro instrumento de LRO, su radar, diseñado para
buscar trozos de hielo, también está detectando que hay más hielo en
las regiones polares y en particular en el fondo de algunos cráteres
profundos.

En estos momentos, el presidente de EEUU, Barack Obama, y el Congreso
de esa nación se encuentran inmersos en un proceso de decisión para
definir qué quieren hacer durante los próximos años en el ámbito de la
exploración espacial tripulada. No está claro que el país esté
dispuesto a incrementar el presupuesto de la NASA lo suficiente como
para hacer frente a un proyecto de la envergadura de una base lunar,
pero el descubrimiento de agua se lo pone un poco más fácil.

POR QUE ES IMPORTANTE LA EXISTENCIA DE AGUA EN LA LUNA

Agua
El transporte de un litro de agua hasta la Luna costaría muchos miles
de euros y para mantener una base lunar serían necesarios miles de
litros. Extraerla en el satélite debería ser más barato que llevarla
desde la Tierra.

Oxígeno
Del agua helada se podría extraer el oxígeno necesario para hacer
respirables los hábitats construidos para los colonos.

Combustible
El combustible de los cohetes es hidrógeno quemado con oxígeno, por lo
que podría producirse a partir del hielo lunar. La escasa gravedad de
la Luna hace además que, para lanzar un cohete desde su superficie, sea
necesario mucho menos combustible que desde la Tierra. Esto convertiría
a la Luna en un buen punto intermedio para repostar y cargar agua y
oxígeno en misiones hacia objetivos más lejanos, como Marte.

Fuente: Público.es

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